No quieras ver, mi niño,
a los Tres Reyes,
porque te pones grande
de repente;
que te baste saber cuánto te quieren
y te recuerdan siempre
que vienen.
Guárdales el tesoro
de tu obediencia,
el candor de tu risa
y tu inocencia.
Así, de esa manera
te traerán
muchas cosas bonitas
para jugar.
Busca en tu zapatito
con gran contento,
¡para crecer, mi niño,
siempre hay tiempo!
1 comentario:
Hola Susana, me gustaría invitarle a visitar el nuevo sitio de poesía www.latino-poemas.net
Ayúdanos a compartir sus poemas :)
Publicar un comentario