En el espejo
miro mi cara
con los dos ojos
que me dio Dios,
y le sonrío
al rostro mío
porque no tengo
preocupación.
Mis dos manitas
siempre ocupadas
están contentas
de trabajar,
soy una niña
limpia y bonita,
soy el orgullo
de mi mamá.
miro mi cara
con los dos ojos
que me dio Dios,
y le sonrío
al rostro mío
porque no tengo
preocupación.
Mis dos manitas
siempre ocupadas
están contentas
de trabajar,
soy una niña
limpia y bonita,
soy el orgullo
de mi mamá.